Castrillo de los Polvazares, un museo al aire libre

Siempre me ha gustado viajar a mi aire, así lo hice varias veces por la península Ibérica y por Europa y África, fue en uno de estos viajes por el norte de España cuando mi amigo y fotógrafo Luis Alberto me recomendó esta maravilla de pueblo en plena Maragatería a unos 5 km. de Astorga, Leon..

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Ya conocía algunos otros pueblos y aldeas muy bien conservados por la geografía española, pero nunca había visto alguno como este, Castrillo de los Polvazares es un verdadero museo al aire libre, caminar por sus calles empedradas contemplando sus casas arrieras  perfectamente conservadas uno tiene la sensación de retroceder en el tiempo, llegamos con mi inseparable GPS , el pueblo estaba muy tranquilo, era Diciembre, por lo visto en la época estival hay bastante gente, solo encontramos un pequeño hostal abierto donde nos recibieron muy amablemente, el hostal tenia un pequeño restaurante y solo había otra cafetería abierta en toda la localidad. En esta época solo viven unos 70 habitantes.

Pasamos ahí 2 días, suficientes para ver todo el pueblo y fotografiarlo a todas horas, al ser invierno eramos casi los únicos visitantes, lo que me permitió tomar las fotografías con toda libertad y calma, algo muy de agradecer.

Salimos de Castrillo hacia Babia con la seguridad de que algún día volveremos, su singular belleza y la cordialidad de su gente nos conquisto, ademas de la belleza de su entorno tiene otra de las atracciones mas reconocidas de la región, el cocido maragato, este plato por si solo da para otra entrada en el blog.

Desde 1980 está declarado por el Consejo de Ministros como Conjunto Histórico-Artístico de alto valor monumental.

Según algunas fuentes, el nombre «Castrillo» procede de la cercanía de dos castros: el Castro de San Martino y el de Teso de la Mesa

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3 comentarios el “Castrillo de los Polvazares, un museo al aire libre

  1. Hace tres semanas por casualidades de la vida llegue a este lugar, la belleza, la arquitectura, sus calles empedradas….nos dejo sin palabras.
    Es un lugar donde parece que te transportas a otro mundo,donde los aficionados a la fotografia como nosotros disfrutamos como niños con zapatos nuevos.

    Un lugar muy recomendable.

    Solo le pongo una pega…los coches de los turistas tendrian que quedarse a las afueras, de todos modos es un lugar pequeño para pasearlo…los coches aparcados en sus calles estropean mucho la vista de este lugar……

    Besos

  2. Lo conozco , de loas dos veces que realice el camino de Santiago, lastima por no llevar la cámara «grande» por cuestion de espacio y peso, buen lugar para la fotografia y para comer un famoso cocido maragato.

    Saludos de un usuario de FC.

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